La podofilia es el fetihismo por los pies. El placer que genera besar, tocar, acariciar, lamer, oler y chupar los pies. La podofilia ha existido desde siempre y según con qué tipo de calzado, como por ejemplo los tacones altos, el fetichismo por los pies se incrementa de manera importante.
Podofilia, una afición de anónimos y famosos
La podofilia es una afición que comparten tanto personas anónimas como personajes famosos. Marilyn Manson o Andy Warhol compartían esta afición. En el caso del diseñador se dice que tenía un pie humano momificado en su mesa de noche. El actor Christian Slater también ha reconocido públicamente su filia por los pies.
En el caso de Quentin Tarantino, prácticamente en todas sus películas incluye una escena de culto a la podofilia. Elvis Presley contaba con ayudantes que inspeccionaban los pies de las chicas antes de tener un encuentro romántico con ellas.
Y por último, el director español Luis Buñuel afirmó en una ocasión que el fetichismo de los pies, la podofilia, es un ejemplo fascinante de la perversidad humana.
La moda de los pies
La podofilia, que parece en estos tiempos más común que nunca, está llegando hasta las redes. En Internet ya existen sitios web y páginas de contacto donde se lanzan mensajes de personas que desean conocer a otras personas con pies bonitos para poder jugar con ellos.
La industria erótica también ha tomado nota de este interés por la podofilia y desarrolla juguetes eróticos que recuerdan a pies.
Por qué gustan los pies
Existen varias teorías psicológicas que explican el fetichismo por los pies. Freud mantenía que en muchas culturas, la experiencia del niño con su madre puede involucrar la adoración del pie. Esto convierte al pie en un referente erótico.
Por su parte Jung afirmaba que el pie era el símbolo del alma porque es lo que sostiene al ser humano erecto. El neurólogo Vilayanur S. Ramachandran sostiene que los genitales y el pie ocupan áreas contiguas en el córtex somático-sensorial y esto hace que posiblemente existan enlaces inconscientes entre ellos.
Y por último, también existe quien cree que la forma del pie recuerda un poco a las caderas femeninas y esto induce a la excitación sexual.