Las uñas negras son una constante entre los aficionados al running. En términos clínicos, las uñas negras son el resultado de un hematoma subungueal producido por un traumatismo de repetición, el golpeteo continuo del dedo con el upper de la zapatilla, ya sea con la parte superior o con el lateral si hablamos de los dedos gordo o meñique.
Este golpeteo incesante causa pequeños microtraumatismos que van rompiendo los vasos sanguíneos bajo la uña y ocasionan un hematoma.
Recomendaciones para evitar este fenómeno
Los pies son, a menudo, una estructura del organismo muy dejada de lado, a la que no se presta suficiente atención. Es habitual no secarlos bien tas salir de la ducha, no cortar de manera correcta las uñas, exfoliar e hidratar de manera periódica… todo esto va causando una merma en la salud de los pies.
Un consejo para evitar la aparición de uñas negras es utilizar zapatillas con la talla adecuada, bien ajustada al pie, de modo que no baile en el interior. Si se opta por un calzado demasiado estrecho, demasiado ancho o con puntera ceñida, esto acaba por favorecer la aparición de las uñas negras.
Cuando se corra, siempre que sea posible hay que utilizar calcetines técnicos que evitan la humedad del pie. El sudor hace que la piel se reblandezca y sea más vulnerable.
A menudo las uñas negras son confundidas con otras patologías, como el pie de atleta, que es una infección causada por hongos. El pie de atleta ocasiona uñas amarillas, marrones o negros. En caso de duda hay que visitar a un especialista.
Un último consejo es el de evitar el uso de esmaltes en caso de tener uñas quebradizas. La pintura contribuye a que se resequen las uñas y se vuelvan más frágiles de lo normal. Cuanto más sanas estés uñas y pies, menor probabilidad de sufrir lesiones.
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