Estos cuidados preventivos deberían ser fundamentales en épocas tempranas y en la adolescencia; así como en pacientes de riesgo, como los pacientes diabéticos.
¿Cómo podemos prevenir lesiones?
La prevención se alcanza realizando visitas regulares al especialista, el cual alertará acerca de cualquier problema existente, o podrá ofrecer un tratamiento preventivo ante la sospecha de una futura lesión.
Muchas veces la tipología de pie, la forma de caminar, el reparto de presiones plantares, el tipo de zapato, el estilo de vida… nos orienta en las lesiones que pueden suceder más adelante, por lo que realizar revisiones periódicas es la forma de prevenir.
¿Qué lesiones podemos prevenir?
- Lesiones musculares por la tipología de pie. A través de una exploración biomecánica completa del miembro inferior podremos evitar lesiones como una fascitis en el pie plano, un esguince por una alteración en la marcha, o una sobrecarga en el pie cavo.
- Lesiones óseas por un pie no funcional. Como es el caso de los juanetes, dedos en garra o dedos en martillo.
- Lesiones ungueales. Podemos decir que son las patologías más frecuentes en consulta, pudiendo reeducar la uña encarnada (onicocriptosis) antes de que el problema sea mayor, corregir uñas huecas para evitar la aparición de hongos, o eliminar hiperqueratosis subungueal que podrá ocasionar daños posteriores.
- Lesiones dérmicas. Como el pie de atleta por un sudor excesivo, sequedad generalizada que puede generar heridas en casos graves (sobre todo en verano), verrugas o manchas que puedan generar un daño al organismo.
- Lesiones articulares de rodilla, cadera o espalda. Es frecuente encontrar problemas mayormente en espalda y rodilla por problemas en la marcha.