El verano y otoño es una época ideal para llevar zapatos planos. Sandalias, bailarinas, chanclas o deportivas son habituales en esta temporada, como también lo son las visitas al podólogo por molestias en la planta del pie o los gemelos.
La pregunta que nos hacemos es, ¿son recomendables los zapatos planos? ¿causan molestias en los pies? Juan Carlos Montero Arroyo, responsable del Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid, afirma que el ser humano nace sin calzado, de modo que estamos preparados para caminar descalzos.
Montero Arroyo no cree que el zapato plano sea, per se, perjudicial para los pies, sino que el problema radica en que acostumbramos a caminar con más altura en la parte posterior que la anterior, de modo que cuando ponemos una suela plana sin hacer la transición adecuada, el pie se queja.
¿Qué sucede al usar zapatos planos?
La zona más afectada del pie cuando usamos zapatos planos es la fascitis plantar. Este músculo sufre al verse retirado de esa altura del calzado no plano. El pie tiene que trabajar más y se sobrecarga.
En verano y otoño aumentan los casos de fascitis plantar, con inflamación de la musculatura y dolor al caminar. Para corregir este dolor lo más aconsejable es combinar ejercicios diarios con masaje deportivo.
Otras áreas que sufren son el tendón de Aquiles, los gemelos u los isquiotibiales. Ocurre principalmente en mujeres que pasan de llevar mucho tacón a calzar sandalias planas o chanclas de viaje.
Esto genera una sobrecarga en la musculatura posterior de la pierna, del tobillo a los muslos que puede generar tendinitis. Las personas con problemas en el tendón de Aquiles pueden llegar incluso a padecer alguna rotura.
No debemos olvidar que la musculatura del cuerpo está totalmente conectada, de modo que si sobrecargamos la zona del pie, esto acaba afectando al resto de la pierna y los músculos que rodean la columna, en especial la zona lumbar.
¿Cómo evitar problemas en los pies?
Para evitar problemas en los pies utilizando zapatos planos lo recomendable es pasar durante los primeros días solo unas horas con este tipo de zapatos, aumentando de manera gradual el tiempo de uso. Así, la fascia plantar, los gemelos e isquiotibiales van adaptándose al cambio poco a poco.
El zapato plano ideal es aquel que tiene un buen agarre en el tobillo, que está fabricado con material de calidad y que es transpirable.
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