El esguince de tobillo es una lesión bastante común en deportistas, sobre todo, y se produce cuando este se tuerce, se dobla o adopta una forma extraña al girarse. Esto provoca un excesivo estiramiento o desgarro de los ligamentos, encargados de mantener los huesos unidos y dar estabilidad a la articulación.
Puede resultar muy doloroso e impedir el ejercicio durante varias semanas, y aún así hay personas que las sufren de forma tan frecuente que son intervenidas quirúrgicamente para atajar el problema.
Consejos para prevenir el esguince de tobillo
No se trata de ser excesivamente precavidos hasta rayar la inseguridad, pero sí de tomar unas medidas mínimas para no llevar al límite a la articulación.
1. Visita al podólogo
Una visita al podólogo es la mejor prevención, sobre todo si tienes tendencia a sufrir la lesión. ¿Por qué? Porque en base a tus explicaciones, a una exploración y a los resultados de las pruebas complementarias que estime conveniente hacer, te ofrecerá una pauta de ejercicios para trabajar la musculatura de la zona, que te ayudará a ganar fuerza y flexibilidad. También te proporcionará artículos sanitarios útiles como las vendas funcionales o las plantillas, si lo estima útil.
2. Repartir bien las cargas y focalizar en la zona
Todos tenemos una extremidad dominante que promueve el desarrollo de esta, pero irá debilitando la otra. Por eso, durante la práctica deportiva deberías buscar el equilibrio para el desarrollo muscular armonioso, que ayudará a prevenir lesiones. Y no solo en los tobillos: en todo el cuerpo.
En tus rutinas físicas deberías incluir ejercicios específicos para desarrollar la musculatura del tobillo: flexiones plantares, rotaciones externas e internas, saltos en tijera, caminar sobre los talones…
3. Tomarte el tiempo necesario
Si has sufrido un esguince de tobillo, la clave para que no vuelva a aparecer está en la recuperación. Si te precipitas, corres el riesgo de recaer, porque la lesión no se habrá curado bien. El médico debe prescribir cuánto tiempo necesitas para recuperarte y hacer las supervisiones de rigor, y deberías visitar también al fisioterapeuta.
Pero recuerda: si vas a emprender algún plan de entrenamiento intenso al que no te habías sometido o sospechas riesgo de sufrir un esguince de tobillo por cualquier motivo, visita al podólogo. La prevención es salud.